
Vivian Wilson deslumbra en Nueva York y reivindica a la comunidad trans en la moda
- Juan Carlos RM
- 17 sept
- 2 Min. de lectura
La Semana de la Moda de Nueva York fue testigo de un momento histórico: el debut de Vivian Jenna Wilson, hija de Elon Musk y la escritora Justine Wilson, quien a sus apenas 21 años ya se perfila como una de las voces jóvenes que marcan rumbo en la representación trans dentro de la industria.

La modelo se presentó en el desfile del diseñador Alexis Bittar, quien eligió a un elenco diverso para cuestionar los cánones tradicionales de belleza. Vivian caminó la pasarela enfundada en un vestido rojo con una banda brillante que decía “Miss South Carolina”, parte de un concepto inspirado en los concursos de belleza de los noventa y en el certamen Miss USA 1991. Bittar explicó que su propuesta, planteada como una “secuencia de sueños”, buscó poner sobre la mesa temas como la misoginia, la cosificación y, sobre todo, las restricciones que enfrentan las personas trans en diferentes estados de EE.UU.
El diseñador fue contundente: “Seleccioné deliberadamente a cada concursante para representar un estado donde los derechos de las personas trans están bajo ataque”.
Más que moda: un acto de independencia
La presencia de Vivian en este escenario no solo impactó en lo estético, también resonó en lo simbólico. Desde 2022, la joven mantiene distancia pública de su padre tras solicitar el reconocimiento legal de su identidad de género y optar por llevar el apellido de su madre. En su aparición, agradeció a Bittar por “creer en ella y respetarla”, dejando claro que desfilar en un evento de tanta visibilidad significa abrir un espacio que aún resulta complejo de conquistar para la comunidad trans.
Actualmente, Vivian vive en Los Ángeles con amistades cercanas y ha asegurado no recibir apoyo económico de Elon Musk, subrayando que su camino lo construye de manera independiente, sin la sombra de uno de los hombres más poderosos del mundo.
Un nuevo referente

Con este debut, Vivian Wilson se suma a la ola de mujeres trans que hoy ocupan escenarios de alto perfil en la moda y la cultura. Su presencia en Nueva York es mucho más que un paso sobre la pasarela: es una declaración de autonomía, de visibilidad y de resistencia en tiempos donde la comunidad trans sigue enfrentando embates políticos y sociales.