
Entrevista exclusiva | Teo López: el DJ paisa que convirtió la música en un acto de sanación, unión y orgullo
- Diego Loyola Mx

- hace 5 horas
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Originario de Medellín, Teo López es DJ, bailarín y productor, un referente del circuito LGBT colombiano y uno de los nombres más representativos de la música electrónica en el país.

Fundador de Feel Alive, marca de fiestas que ha revolucionado la noche paisa, Teo combina arte, disciplina y comunidad. Su historia es la de un artista que transformó la fiesta en un espacio de inclusión, respeto y orgullo. Desde los escenarios más emblemáticos de Colombia hasta su conexión con México, su energía y autenticidad lo han convertido en una voz potente dentro de la diversidad.
¿Cómo definirías tu recorrido hasta ahora y qué te motivó a dar el salto que estás viviendo actualmente?
Yo definiría mi recorrido como un éxito total. Desde niño siempre fui artista; empecé siendo bailarín en discotecas y desde ahí nació mi conexión con la música. En pandemia me quedé sin trabajo y mi expareja me dijo: “¿Por qué no vuelves a estudiar?”. Tomé clases con el maestro JMO y descubrí que ya tenía un oído muy formado. Empecé a hacer lives practicando 18 o 20 horas diarias, y la gente se conectaba a verme. Así nació mi comunidad como DJ y ese fue el salto que cambió todo.
En tu trayectoria, ¿qué momento sientes que fue un punto de inflexión y por qué?
Después de la pandemia. La gente quería fiesta, quería volver a vivir. Hice un evento al que fueron más de mil personas y fue un éxito total. Ese día sentí que la gente me conocía por completo, que conectaban con lo que yo era. Desde ahí todo cambió: empezaron a llamarme de Bogotá, Barranquilla, Cartagena… y mi nombre comenzó a crecer en todo el país.
¿Qué lecciones importantes has aprendido de los obstáculos o fracasos que has enfrentado?
Que en la vida se gana o se aprende, nunca se pierde. He entendido que la frustración es parte del crecimiento. También que en este medio hay pocos amigos reales; muchos quieren verte bien, pero no mejor que ellos. Aprendí a trabajar desde el amor, no desde la competencia. Y eso me lo enseñó Camila Gil, quien me ayudó a entender que mi única competencia soy yo mismo.
En términos de identidad personal y profesional,¿cómo ha evolucionado tu visión de ti mismo desde que comenzaste hasta hoy?
Demasiado. Dejé las drogas hace tres años, y eso cambió mi vida por completo. Vivo de la fiesta, pero aprendí que no necesito eso para disfrutar. Es una evolución enorme poder estar rodeado de música, energía y baile, pero desde la sobriedad y el amor propio.

En este contexto de cambio y visibilidad, y relacionándolo con la comunidad trans y la diversidad, ¿cómo gestionas la responsabilidad que viene con ser un referente?
En Medellín, hace siete años, ninguna discoteca ni siquiera gay dejaba entrar a mujeres trans. Yo no entendía cómo una comunidad podía excluir a otra. Por eso creé mi lema: “Todos somos bienvenidos.”
Y cuando digo todos, son todos: hombres, mujeres, trans, lesbianas, femboys, bisexuales, gays. Ese mensaje cambió todo. Hoy mis fiestas son espacios seguros y las chicas trans se sienten protegidas. Gracias a eso, otras discotecas comenzaron a abrirles las puertas también.
¿Qué desafíos estructurales o de sistema has tenido que afrontar en tu sector y cómo los has enfrentado?
Muchos. La homofobia sigue existiendo. A veces nos cierran puertas, nos sacan de lugares o nos señalan solo por ser quienes somos. Pero creo que la educación y el ejemplo son la mejor respuesta. También he visto cómo las mujeres trans han tenido que luchar más que nadie para ser aceptadas: antes no podían ser DJs, azafatas o chefs. Hoy eso está cambiando gracias a pioneras como las MRP y Camila Gil. Ellas abrieron camino para muchas.
¿Cómo equilibras tus aspiraciones personales con la necesidad de generar impacto en otros o en tu comunidad?
Cuando Camila falleció, recordé algo que ella siempre me decía: “Ojalá algún día las marcas de Medellín se unan.”
Yo era muy competitivo, pero su muerte me cambió. Decidí unirme con mis “competencias” y crear una alianza entre marcas como Industrial, Premium y Feel Device. Hicimos un festival de Halloween con más de 800 personas, y eso demostró que la unión sí da fuerza. Quiero seguir promoviendo esa cultura de colaboración: crecer juntos, no competir.
Mirando hacia adelante, ¿cuáles son tus próximos proyectos o metas concretas para los próximos años?
Voy a abrir un nuevo espacio llamado Un Love Crossover, un lugar para disfrutar música y cocteles dentro de Industria. Estoy trabajando junto a Doña Beatriz, la mamá de Camila, quien ahora es mi mánager. Ella tiene una visión artística muy clara y me ha exigido mucho para crecer. En tres años me veo tocando en varios continentes y expandiendo Feel Device a más países. También vamos a apoyar una fiesta en Brasil en diciembre. Quiero que mi nombre y el de mi marca sigan recorriendo el mundo.
¿Qué mensaje te gustaría que quedara para quienes te están viendo desde la comunidad trans o de diversidad?
Que no dejen de ser ustedes mismos. Este mundo sería gris sin nosotros. Somos el color de la vida. Que sigan sus sueños, que no se den por vencidos en su transición ni en su camino. Ser auténtico es lo más bonito que puede existir.
Camila Gil: un lazo que trasciende la música

Camila Gil marcó profundamente la escena del circuit y la comunidad trans en México y Colombia. ¿Cómo comenzó tu amistad con ella y qué recuerdas de esos primeros momentos juntos?
La conocí cuando organicé una fiesta llamada Circuit vs Guaracha. Ella nunca había tocado en un evento gay, y ese día hicimos sold out. Desde que la abracé, sentí una conexión muy especial. No éramos pareja, pero la conexión era tan fuerte que la gente lo pensaba. Ella era increíble, humilde y llena de luz. Nuestro primer back to back fue el 1 de enero de 2023, se hizo viral y nos empezaron a llamar de varios países. Fue mágico.
Más allá del trabajo y la fiesta, ¿qué fue lo que más te enseñó Camila a nivel humano o espiritual?
Me enseñó a creer en mí, a no acomplejarme y a entender que la belleza no solo es física, sino del alma. Me enseñó que cuando estás seguro de ti mismo, la gente lo nota. Y que la verdadera competencia es contigo mismo.
En redes, muchas personas han recordado a Camila con amor. ¿Qué sientes cuando ves el legado que dejó y cómo te gustaría que se le recordara desde la escena y la comunidad?
Me gustaría que la recordaran por su talento, por su autenticidad y por su forma impecable de presentarse. Ella inspiró a muchas chicas trans a seguir su ejemplo. Camila ya hizo historia y su nombre seguirá vivo en cada una de nosotras.

Si hoy pudieras decirle algo a Camila, ¿qué palabras le dedicarías desde el corazón?
Le diría gracias. Gracias por enseñarme tanto, por su lealtad. La extraño muchísimo. Fue una mujer que marcó un antes y un después. Sueño con ella, la siento en mis toques, en mi casa. Me enseñó que la vida es corta y que hay que vivirla con amor y entrega. Te amo, Cami.
¿Sientes que su partida cambió la forma en que vives tu carrera o tu visión sobre la vida y la comunidad trans?
Totalmente. Aprendí a perdonar, a soltar rencores y a valorar la vida. Camila me enseñó que en las buenas está todo el mundo, pero en las malas solo los verdaderos. Desde que ella falleció, soy otra persona. Siento que me acompaña en cada paso, y eso me da fuerza para seguir creando, inspirando y honrando su legado.

En redes sociales surgieron diversas narrativas tras el fallecimiento de Camila Gil. Como persona cercana a ella, ¿qué te gustaría que la comunidad y el público tengan claro respecto a su memoria y legado?
Más allá de las versiones y del porqué, me gustaría que la gente se quede con lo bonito y lo verdadero de Cami: su talento, su disciplina, su generosidad y su autenticidad. Ella pensaba en darle lo mejor al mundo, costara lo que costara, y creo que por eso su vida fue tan intensa. El padre que ofició su misa dijo algo que nunca olvidaré: “Camila vivió en 29 años lo que otras personas viven en 70.”
Eso era ella: 24/7 dedicada a la música y a la gente. Que las nuevas generaciones la nombren por su obra y su impacto, no por el morbo. Camila ya hizo historia, y su legado seguirá brillando cada vez que una chica trans suba a una cabina con orgullo y respeto por su arte.
Hablar con Teo López es entender que la música también puede ser resistencia, sanación y propósito. En cada palabra, se percibe el eco de alguien que no solo crea beats, sino puentes.
Su historia y la de Camila Gil nos recuerdan que el arte no solo se escucha, se siente y que cuando nace desde la verdad, trasciende cualquier frontera.
Teo no solo representa una nueva generación de artistas en Latinoamérica: representa la valentía de ser auténtico en un mundo que aún no siempre está listo para vernos brillar. Y como él mismo dice, “la vida es corta, pero cuando se vive con amor y entrega, deja huellas que ningún olvido puede borrar”.






