Palomazo Norteño revienta el Auditorio Nacional con corridos, clásicos y una ovación histórica

El Auditorio Nacional se convirtió en una auténtica fiesta norteña con la presentación del Palomazo Norteño, un espectáculo que reunió sobre el escenario a cuatro leyendas vivientes de la música regional: Lalo Mora, Eliseo Robles, Rosendo Cantú y Raúl Hernández. La noche del 21 de mayo fue el primero de dos conciertos completamente sold out, donde el público se entregó por completo a más de dos horas de puro sentimiento norteño.

Un repertorio de corridos, despecho y fiesta

Desde los primeros acordes, los asistentes sabían que no sería una noche cualquiera. Los artistas ofrecieron un repaso completo por los grandes clásicos del norteño y los corridos que marcaron época, con una banda de primer nivel y un ambiente de cantina elevada al máximo nivel.

Algunos de los temas interpretados fueron:

• “Laurita Garza”

• “Tragos Amargos”

• “Eslabón por Eslabón”

• “Los Dos Amigos”

• “No Hay Novedad”

• “El Rey de Mil Coronas”

• “El Chubasco”

• “La Puerta Negra”

• “Los Dos Plebes”

• “Los Caminos de la Vida”

• “El Corrido de Juan Martha”

Los corridos, que formaron parte esencial del repertorio, fueron recibidos con ovaciones por un público mayoritariamente adulto, que coreó cada verso como si se tratara de himnos de su historia personal.

Un reconocimiento inesperado: el cheque de la ovación

Durante el show, los organizadores sorprendieron a los músicos con la entrega simbólica de un cheque conmemorativo como reconocimiento por haber logrado dos fechas consecutivas con localidades agotadas en uno de los recintos más importantes del país. La entrega provocó lágrimas, risas y un fuerte aplauso por parte del público, en un momento emotivo que quedará en la memoria de todos los presentes.

Un legado que sigue más vivo que nunca

Lalo Mora, Rosendo Cantú, Eliseo Robles y Raúl Hernández demostraron que no hay edad para seguir cosechando aplausos. Cada uno mantuvo viva la esencia del norteño clásico, y juntos, dejaron claro que su legado no solo está vigente, sino que sigue creciendo. La complicidad entre ellos, los brindis entre canciones y las palabras de agradecimiento hacia el público convirtieron la noche en una verdadera celebración de la música y la identidad del norte.