Entrevista con Diva Cassandra: “Las mujeres trans no somos peligrosas, vivimos al filo del peligro”
- Diego Loyola Mx
- hace 2 días
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Cassandra Manjarrez Villalobos, mejor conocida como Diva Cassandra, es un referente indiscutible en la lucha por los derechos humanos y la visibilidad trans en México. Con una trayectoria que abarca la academia, el arte, la militancia y los medios de comunicación, ha representado a nuestro país en espacios tan importantes como la ONU. En esta entrevista para Ámame Trans MX, nos comparte sus vivencias, desafíos y sueños para un futuro más justo e inclusivo.

¿Podrías hablarnos un poco sobre tu participación en el movimiento LGBTIQ+?
He vivido de cerca los avances en materia de derechos LGBTTTIQ+, pero también soy consciente de los retrocesos y la simulación. La inclusión no se limita a la diversidad sexual; también el racismo y el capacitismo siguen afectando profundamente. Casos como el de Wendy Guevara, Karla Sofía Gascón o Ángela Ponce lo evidencian: para una mujer llegar a espacios importantes es una proeza, pero para una mujer trans es el doble o triple más difícil. Muchas somos forzadas al trabajo sexual no por elección, sino por falta de opciones. Vivimos una violencia estructural profunda. A las mujeres trans no nos falta algo para avanzar; lo que enfrentamos es odio sistemático.
¿Y cómo ha sido tu formación académica y tu desarrollo profesional?
Soy licenciada en Ciencias de la Comunicación, Maestra en Estudios de Género y Doctora en Cultura de Paz y Derechos Humanos con perspectiva de género. Me he especializado en contextos como el de Colombia, analizando cómo la guerrilla es también un terreno de necropolítica, donde las mujeres trans somos equiparadas al narcotráfico. Además, soy actriz, directora cinematográfica y productora, y he trabajado con cineastas de talla internacional. Disfruto profundamente la literatura, el cine y la música, y todo eso me ha nutrido para compartir mis experiencias y conocimientos en ponencias, medios digitales y mi canal de YouTube.

¿Qué desafíos has enfrentado a lo largo de tu vida?
Vivir siendo mujer trans en México es un reto constante. Nos enfrentamos a una violencia que rebasa los límites de la misoginia y se convierte en un odio brutal. Somos asesinadas de las formas más crueles, sangrientas, y aún así, seguimos de pie. Uno de los mayores orgullos de mi vida es haber sido pieza clave para lograr en Nayarit la aprobación de la Ley de Transfeminicidio “Paola Buenrostro”. Eso representa no solo justicia, sino visibilidad y dignidad.
¿Crees que aún le falta mucho a la comunidad trans para avanzar en el mundo?
Más que decir que “nos falta avanzar”, creo que el problema radica en un sistema que nos margina de manera estructural. La igualdad, para nosotras, sigue siendo una utopía. No tenemos acceso pleno a salud, vivienda, educación ni empleo formal. Se nos empuja a la noche, a la marginalidad, como si fuéramos síntomas degenerados. Pero seguimos luchando. Seguimos aquí.

¿Qué opinas sobre las familias trans que hoy ya son una realidad visible en el mundo?
Es algo que me llena de esperanza. Hace más de 50 años esto era impensable, y hoy cada vez más familias apoyan a sus hijes trans, acompañándoles en su lucha por existir con dignidad. Las infancias trans son clave para cambiar el futuro, y necesitamos rodearlas de amor, respeto y una verdadera cultura de paz.
¿Crees que dentro de la comunidad trans existen el machismo y el feminismo?
Sí, definitivamente. La comunidad trans no está exenta de replicar violencias aprendidas, y ahí es donde el transfeminismo se vuelve fundamental: para cuestionar, reeducar y transformar desde adentro. No podemos pedir respeto hacia fuera si no comenzamos por dentro.

¿Cuáles son tus anhelos para este 2025?
Mi mayor anhelo es ver una sociedad que avance sin etiquetas, donde se reconozca a las personas por su capacidad y no por a quién aman, cuál es su expresión de género o su identidad. Deseo un mundo donde ser trans no signifique vivir al filo del peligro, sino en plenitud y con derechos.