
Ariane: disciplina, rebeldía y amor por el teatro
- Diego Loyola Mx

- 19 ago
- 3 Min. de lectura
La actriz Ariane marcó a toda una generación con su entrañable personaje de Nina en el programa ¡Cachún Cachún Ra Ra!. Con más de cuatro décadas de trayectoria, ha construido una carrera sólida en televisión y teatro, siempre guiada por la disciplina y el amor al arte que heredó de su madre, la primera actriz Pilar Pellicer. En esta entrevista exclusiva, Ariane nos comparte recuerdos, aprendizajes y sus proyectos más recientes.

Ariane, fuiste parte de una generación icónica en la televisión mexicana con tu personaje de Nina en ¡Cachún Cachún Ra Ra!. ¿Cómo recuerdas esa etapa y qué aprendizajes te dejó?
Fue una de las etapas más felices de mi vida. Yo tenía apenas 17 años, era prácticamente una niña, y de pronto me encontré en este grupo de jóvenes rebeldes que querían comerse al mundo. Luis de Llano nos reunió y así nació Cachún Cachún Ra Ra!. Era mi primer papel en televisión y me abrió muchísimas puertas. Al mismo tiempo, ya estaba muy metida en el teatro y tuve la fortuna de trabajar con grandes como Salvador Garcini y Margules. Esa mezcla de rebeldía, descubrimiento y disciplina me marcó profundamente.

Eres hija de la primera actriz Pilar Pellicer. ¿Cómo influyó ella en tu carrera y qué consejo suyo llevas siempre contigo?
El mayor legado de mi madre fue la disciplina. Ella fue bailarina antes que actriz, y siempre tuvo una enorme constancia y amor por su trabajo. Me decía: “Si quieres hacer algo en la vida, hazlo, búscalo, pero siempre con respeto y disciplina”. Eso lo llevo tatuado en el alma: disciplina, amor y respeto hacia lo que haces.
Has trabajado tanto en televisión como en teatro. ¿Qué retos y satisfacciones encuentras en cada uno?
Cada medio tiene su magia.
El teatro es mi favorito, porque ahí el escenario es del actor; cuando te paras frente al público, la obra es tuya.
La televisión está más en manos del productor, y el cine es del director, pero ambos también me han dejado experiencias maravillosas.
En Cachún Cachún Ra Ra! tuvimos mucha libertad creativa y eso fue un regalo, mientras que el cine me ha permitido experimentar con la fuerza de la pantalla grande. Pero al final, el teatro siempre será mi casa.

A lo largo de tu carrera, ¿cómo has visto la evolución del papel de las mujeres en la televisión y el teatro en México?
El cambio ha sido enorme. Hoy vemos mujeres no solo frente a cámara, sino también detrás: camarógrafas, directoras, escritoras, iluminadoras, escenógrafas… antes eso era impensable. La mujer se ha ido ganando un espacio muy valioso en lo técnico y en lo creativo, y eso es algo que celebro muchísimo.
¿Qué proyectos o sueños tienes actualmente que te entusiasme compartir con tu público?
Estoy trabajando en varios monólogos. Uno se llama “Deseo”, escrito por Jimena Escalante, y otro “Éramos tan felices”, un homenaje al poeta Leopoldo María Panero. Mi idea es llevarlos a escena muy pronto. Además, participo en Madres y sigo desarrollando proyectos que me permitan compartir con el público.
Algo que me sorprende es que, después de 43 años, la gente aún me reconoce en la calle solo por mi voz. Eso me llena de gratitud y me motiva a seguir creando.
Mi mensaje siempre es: sigan sus sueños, sean buenas personas y trabajen por la libertad de ser quienes son. El mundo necesita más bondad, más respeto y más arte.







