Octavio Cuadras presenta “Ciclotimia”: desamor, riesgo y reinvención dentro del regional mexicano

Con una mirada fresca, emocionalmente honesta y una estética sonora que desafía las fórmulas convencionales, Octavio Cuadras lanza su segundo álbum de estudio titulado “Ciclotimia”, una propuesta que rompe con los moldes del regional mexicano al explorar las montañas rusas del ánimo y del corazón.

Un disco que no teme mostrarse vulnerable

Compuesto por 13 temas, “Ciclotimia” recorre los estados emocionales que atraviesa una persona cuando está al límite: entre el desamor, la introspección, la rabia, la nostalgia y el deseo de sanar. A diferencia de los corridos festivos con los que Cuadras saltó a la fama, este álbum se sumerge en una dimensión más cruda, reflexiva y emocional, sin perder fuerza musical.

El track principal, “Cayenne”, es un ejemplo perfecto del nuevo rumbo del artista: una mezcla de corridos bélicos, elementos electroacústicos y guiños al blues, todo envuelto en una narrativa de corazón roto. La canción vibra con potencia, pero también con dolor, dejando claro que Octavio Cuadras no teme mostrar sus grietas.

Visuales que acompañan la transformación

Cada canción de “Ciclotimia” viene acompañada por un videoclip con propuesta visual propia, lo que convierte al proyecto en una experiencia inmersiva, tanto a nivel sonoro como estético. Con esta entrega, Cuadras deja claro que su evolución artística va más allá del sonido: es también una apuesta por lo visual, por lo narrativo y por un mensaje más profundo.

Un nuevo rostro para el regional

“Ciclotimia” es más que un álbum: es una declaración de principios. Cuadras se posiciona como una de las voces más auténticas y arriesgadas de su generación, abriendo paso a una nueva era dentro del regional mexicano, donde la vulnerabilidad, la diversidad de sonidos y la honestidad emocional tienen tanto peso como la tradición.

Este lanzamiento representa una puerta de entrada para nuevas audiencias, especialmente jóvenes que buscan identificarse con propuestas que hablen desde la emoción real, sin filtros ni clichés. Cuadras no solo canta para el desamor: canta desde él, y en esa crudeza encuentra su mayor poder.