Nadar sin camisa como protesta: Mujer trans desafía reglas de natación en Inglaterra

En un acto de valentía que ha generado eco internacional, Anne Isabella Coombes, una mujer trans de 67 años, decidió nadar sin la parte superior de su traje de baño como forma de protesta ante lo que considera una política discriminatoria por parte de Swim England, el organismo regulador de la natación en el Reino Unido.

El hecho ocurrió durante el Campeonato Masters del Condado de Cornwall, donde Coombes fue obligada a competir en la categoría masculina, a pesar de su identidad de género. En respuesta, decidió presentarse con el mismo atuendo que los hombres: un traje corto sin top.

“Me dijeron que debía usar traje de baño femenino, aunque debía competir contra hombres. Eso me ‘delata’ como una mujer trans”, expresó Coombes en declaraciones al Reading Chronicle. “No están autorizados a hacer eso, pero no supieron cómo responder”.

Su acción no fue una provocación gratuita, sino una forma contundente de evidenciar las contradicciones y exclusiones contenidas en las reglas actuales de competencia. A pesar de su esfuerzo, no logró superar a ninguno de los hombres en sus pruebas individuales, desmontando así el argumento de que las personas trans tienen una ventaja automática en el deporte.

🧩 Una política excluyente

Swim England implementó en septiembre de 2023 una “categoría abierta”, obligando a mujeres trans, personas no binarias o asignadas hombre al nacer a competir fuera de la categoría femenina, sin importar sus procesos médicos u hormonales. Esto, lejos de promover inclusión, ha significado un retroceso en derechos y oportunidades para muchas personas.

Anne comenzó su transición a los 62 años y llevaba tres décadas siendo parte activa del club de natación de Reading. En 2023, había logrado competir como mujer. Sin embargo, tras los cambios en el reglamento, fue marginada nuevamente a una categoría que no corresponde con su identidad.

Además, denunció que el cuerpo arbitral tiene la facultad de vetar su traje si consideran que no es “moralmente adecuado”, dejándola expuesta a decisiones arbitrarias y posibles exclusiones en futuras competencias.

📣 “No somos una amenaza”

“Las personas trans no estamos ganando todo. Si eso ocurriera, sería la primera en abrir el debate. Pero hoy, ese problema no existe. Estoy aquí para mostrar que esto se trata de inclusión, no de ventajas”, aclaró.

En sus palabras y en su gesto, Anne Isabella Coombes nos recuerda que el deporte también debe ser un espacio de dignidad, no de vergüenza ni discriminación.

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Las personas trans merecen nadar, competir y existir sin censura ni condiciones impuestas.