Italia busca censurar la identidad de género en las aulas: un retroceso en derechos y libertad educativa

Italia vive uno de los debates más tensos de los últimos años: el gobierno ultraconservador de Giorgia Meloni impulsa un proyecto de ley que busca restringir cualquier conversación sobre identidad de género y educación sexual en los primeros años de escuela.

La iniciativa, presentada como una medida “en defensa de la infancia” y de la “autoridad familiar”, podría convertirse en un golpe directo contra la comunidad LGBTQ+ y los derechos de las infancias trans.

Una propuesta que promueve el silencio

El proyecto plantea prohibir el uso de materiales o actividades que aborden temas relacionados con la diversidad sexual o la identidad de género en jardines de infancia y escuelas primarias. En los grados superiores, pretende dar a los padres el derecho de retirar a sus hijxs de clases que aborden esos temas, reforzando así un control parental extremo sobre la educación.

Además, el texto propone limitar el uso del nombre elegido por estudiantes trans en el entorno escolar y prohibir su participación en competencias deportivas según su identidad de género, medidas que diversas organizaciones italianas califican como discriminatorias y deshumanizantes.

El discurso del “control parental” como arma política

El gobierno de Meloni, que se define como defensor de la “familia tradicional”, ha enmarcado este proyecto bajo la idea de “proteger la inocencia” de los niños. Sin embargo, detrás de ese discurso se esconde un intento de censurar la diversidad y reforzar una narrativa binaria y heteronormativa en el sistema educativo.

Expertos en educación y derechos humanos advierten que esta ley podría tener efectos devastadores: aumentar el acoso escolar, fomentar la exclusión y reforzar el miedo a hablar de identidad y orientación sexual en las aulas.

Un patrón global de censura

Italia no está sola en esta tendencia. En los últimos años, distintos gobiernos conservadores han intentado frenar los avances en materia de inclusión y derechos LGBTQ+ bajo la bandera de la “protección infantil”. Desde Estados Unidos hasta Europa del Este, los ataques a la llamada “ideología de género” se han convertido en una estrategia para ganar terreno político.

El proyecto de Meloni se suma a una serie de decisiones polémicas, como la prohibición de los símbolos de lenguaje inclusivo —como la schwa (ə)— en documentos oficiales, y los intentos de regular con mayor rigidez los tratamientos médicos de afirmación de género para menores de edad.

Las consecuencias invisibles: infancias silenciadas

Mientras el debate político crece, las voces más afectadas —las de las infancias y juventudes trans— corren el riesgo de ser nuevamente ignoradas. Negar su existencia en las escuelas es negarles su derecho a aprender, a expresarse y a ser reconocidas tal como son.

Diversas organizaciones europeas y colectivos LGBTQ+ ya han lanzado campañas internacionales para frenar la iniciativa, señalando que callar la identidad no la borra: solo la vuelve más dolorosa y solitaria.

Reflexión desde América Latina

Desde Ámame Trans MX observamos con preocupación este tipo de políticas que buscan disfrazar la censura de “protección”. En México y América Latina, donde aún se lucha por una educación inclusiva y libre de prejuicios, estos retrocesos en Europa son un recordatorio de que los derechos nunca están garantizados: hay que defenderlos todos los días, en cada espacio y con cada palabra.