
Miss Major Griffin-Gracy: el corazón de la resistencia trans atraviesa un momento delicado de salud
- Amame Trans

- 2 oct
- 2 Min. de lectura
La historia de los derechos trans en Estados Unidos no puede contarse sin el nombre de Miss Major Griffin-Gracy, una de las voces más firmes y valientes que emergieron de la lucha por la dignidad y la visibilidad desde los años sesenta.

Hoy, a sus más de 80 años, la activista se enfrenta a una situación crítica de salud: fue hospitalizada recientemente a causa de sepsis y un coágulo de sangre, lo que ha encendido las alarmas en la comunidad trans y sus aliades.
Una vida marcada por la lucha
Nacida en 1940, Miss Major vivió de primera mano la marginación, la pobreza y la violencia hacia las personas trans de color. Estuvo presente en los históricos disturbios de Stonewall en 1969, un evento que marcó un antes y un después en la resistencia LGBTQ+. Su activismo, sin embargo, no se limitó a ese momento: durante más de cinco décadas ha trabajado acompañando a personas trans en situación de cárcel, pobreza y discriminación estructural.
Fue directora ejecutiva del Transgender, Gender-Variant & Intersex Justice Project (TGIJP) en San Francisco, desde donde abogó por mujeres trans encarceladas. Además, fundó la House of GG, un espacio de sanación en Arkansas destinado principalmente a mujeres trans negras y latinas, sobrevivientes de violencia y exclusión. Su legado es inmenso, tanto en la defensa política como en el acompañamiento humano.
Lo que enfrenta actualmente

De acuerdo con su pareja, Beck Witt Major, la activista ha estado hospitalizada por más de una semana, bajo estrictos cuidados médicos. La comunidad trans y aliada ha respondido con rapidez, organizando campañas de recaudación de fondos para cubrir los gastos médicos y garantizar su recuperación.
Este no es el primer desafío de salud que atraviesa: en 2019, Miss Major sufrió un derrame cerebral, y en los últimos años ha requerido atención constante. Aun así, su espíritu combativo y su visión de comunidad siguen siendo una inspiración para miles de personas en todo el mundo.
Símbolo de resistencia viva

Más allá de los reconocimientos institucionales, Miss Major es, para la comunidad, una madre, una guía y un ejemplo de resiliencia. Su presencia en Stonewall la colocó como testigo de uno de los momentos más emblemáticos de la historia LGBTQ+, pero su verdadera grandeza ha sido nunca dejar de luchar por las generaciones que vinieron después.
Hoy, su salud frágil nos recuerda que el movimiento trans también necesita cuidar a sus mayores, a quienes abrieron camino con valentía. Desde distintos rincones, activistas y aliades levantan la voz para recordarle a Miss Major que no está sola, y que su legado late en cada paso de la lucha contemporánea por la libertad trans.







