Entrevista exclusiva | Georgios Melimopoulos: del Grammy a Cannes, una vida contada en frecuencias

Ganador del Latin Grammy, con una película presentada en el Festival de Cannes, y con colaboraciones junto a leyendas como Rafa Sardina y proyectos emergentes de Latinoamérica, Georgios Melimopoulos ha demostrado que el sonido no solo se escucha: se siente, se vive y se transforma. En entrevista exclusiva con Ámame Trans MX, hablamos con el joven productor e ingeniero de audio sobre su herencia multicultural, su mirada sobre la música como experiencia humana y su visión del arte como puente emocional.

El llamado del sonido

Desde niño, su conexión con los sonidos fue intuitiva. Aunque creció entre sueños de ser futbolista, su verdadera pasión se reveló entre discos, cables y frecuencias:

“Primero fui un fan. Crecí entre Celia Cruz y Pink Floyd. Fue un choque de culturas musicales que despertó en mí la curiosidad por explorar más allá de lo típico”, comparte Georgios Melimopoulos.

Esa apertura se convirtió en su brújula, y con el tiempo lo llevó a colaborar con figuras legendarias como Joel Numa, de quien aprendió la importancia de la psicología dentro del estudio:

“No solo es saber grabar, es saber leer a las personas. La música es un entorno emocional y vulnerable”, afirma Georgios.

El sonido como experiencia

Para Georgios Melimopoulos, producir no es solo afinar una canción, sino construir un espacio emocional:

“Una canción bien hecha es el soundtrack de tu vida. Son tres minutos que te transforman. Es arte inmediato”.

Desde la técnica hasta la emoción, su enfoque combina precisión y sensibilidad. No se trata solo de compresión o ecualización:

“Ya no veo números, veo emociones. Uso las herramientas como extensión de lo que quiero transmitir”, añade.

De Bolero Apocalíptico a Cannes

Su trabajo en Bolero Apocalíptico de Monsieur Periné lo llevó a ganar su primer Latin Grammy.

“Fue una sorpresa enorme. No fui a la ceremonia, pero desperté un día con la noticia de que habíamos ganado. Fue muy emotivo”, recuerda Georgios.

Pero lo mejor vendría después. Al colaborar en la película Epus, no imaginó que su mezcla llegaría al Festival de Cannes:

“Vi mi nombre en los créditos y lloré toda la película. Nunca pensé que mi primera película me llevaría a Cannes. Fue surreal”.

Apuesta por lo emergente

Pese a sus logros, Georgios Melimopoulos mantiene los pies en la tierra y continúa apostando por artistas emergentes como Ilia y JMKO:

“Reconocer el talento desde sus primeras etapas es mágico. Ser parte de su crecimiento es igual de gratificante que trabajar con artistas consagrados”.

Visión y futuro

Además de la música pop, quiere explorar más el rock en vivo con bandas completas, algo que describe como “una experiencia ritual”. También quiere fortalecer sus vínculos con talentos de América Latina:

“En México y en toda la región hay una revolución creativa. La tecnología ha democratizado el acceso a la producción, y eso es emocionante”, opina Georgios.

¿Y cómo define su vida si fuera una mezcla de audio?

“Un grito de ayuda al principio… y luego un piano suave con momentos de tensión. Es el meme de ‘todo está en llamas pero todo bien’”, dice entre risas.