BRAVA: una celebración sinfónica de la memoria musical latinoamericana

Un proyecto ambicioso que revive grandes himnos del cancionero popular con nuevas voces, arreglos sinfónicos y una fuerza femenina conmovedora.

En un panorama musical dominado por la inmediatez y la repetición, surge BRAVA, una propuesta artística que apuesta por la profundidad, el respeto a la tradición y la reinvención sonora. Bajo la dirección creativa y producción de Juan Carlos Paz y Puente, David Garza M. y Mike Paz y Puente, este proyecto se presenta como un híbrido conceptual que da nueva vida a clásicos de la música mexicana y latinoamericana.

BRAVA reúne canciones emblemáticas que han trascendido generaciones, interpretadas ahora por cuatro voces femeninas extraordinarias: América Libertad, Daniela Pedali, Yaneth Sandoval y Malela. Cada una aporta su propia historia, experiencia y poder interpretativo, logrando una conexión emocional renovada con temas que han marcado décadas.

Entre las canciones seleccionadas para este homenaje se encuentran himnos como:

• Todo se derrumbó (Manuel Alejandro)

• La media vuelta (José Alfredo Jiménez)

• El breve espacio (Pablo Milanés)

• Contigo aprendí (Armando Manzanero)

• Procuro olvidarte (Manuel Alejandro)

• El triste (Roberto Cantoral)

• Bachata rosa (Juan Luis Guerra)

• Amor eterno y Querida (Juan Gabriel), entre otras.

Cada tema fue reimaginado con arreglos orquestales interpretados por 100 músicos reunidos en la Sala Silvestre Revueltas de los Estudios Churubusco. El trabajo contó con la participación de ocho arreglistas de primer nivel: Edy Lan, José Skertchly, Abraham Barrera, Jomi Delgado, Gerardo Aponte, David Garza, Álvaro Paiva Bimbo y Eduardo Diazmuñoz. Las orquestas estuvieron bajo la dirección de Abraham Barrera y Fernando Cueto.

BRAVA no es solo un álbum; es un tributo al compositor, a la canción como forma de arte, y a la capacidad de la música para renovar su alma sin perder su esencia.

Disponible desde el 2 de mayo en todas las plataformas digitales, este proyecto es un recordatorio de que la buena música no muere: se transforma, se honra y se canta con nuevas voces.